sábado, abril 26, 2014

TIEMPO PERFECTO DE DIOS

Leo, releo y oigo analistas políticos opinando de nuestra “crisis” como si un genocidio de más de doscientas mil almas puede llamarse crisis, como si el saqueo de toda la riqueza de un país es una crisis, como si el pisoteo de las más elementales normas jurídicas o el adoctrinamiento de niños en la “idolología” de un asesino confeso puede llamarse sólo crisis, y encima llaman a los que se oponen a esa criminalidad anti-políticos, violentos que se oponen al dialogo y aconsejan desde las comodidades de sus oficinas ubicadas en ciudades cosmopolita, esperar el tiempo perfecto de Dios, la oportunidad electoral civilizada. ¿Es perfecto el tiempo de Dios? ¿Y los otros tiempos, los imperfectos, aquellos donde más es clamado o necesitado, cuando los ciudadanos son asesinados, asediados por bandas de criminales, ese tiempo no es de Dios? ¿Acaso no negamos a Dios cuando esperamos sólo tiempos perfectos, para hacer, para actuar, no estamos con eso anteponiendo lo bello a lo útil, lo estético a lo ético? ¿O Dios sólo me sirve cuando todo sea hermoso?, cuando seamos un país idílico que el mayor sacrificio por el país sea pararse como el líder de los buenos en una tarima y ser aclamado por ciudadanos felices, o algunos más radicales llamar a una salida en la calle para que todos los vean “sacrificarse” entregándose al dictador, entre despedidas noveleras a los hijitos y a la esposa, lo que no es más que la sustitución de los abrazos y besuqueos de ancianitas que hacían los políticos de la cuarta y también los de la quinta. Están tan identificados por el régimen como lideres estéticos que este enfila su crítica contra la oposición por la quema y destrucción de arbolitos y plazas, obviando los asesinatos de decenas de ciudadanos, enmarcando, rebajando propagandísticamente la rebelión a un cuadro estético.  Nadie lo sabe mejor que los políticos. Cuando hay una cámara fotográfica cerca, corren en seguida hacia el niño más próximo para levantarlo y besarle la mejilla. El kitsch es el ideal estético de todos los políticos, de todos los partidos políticos y de todos los movimientos”  Milan Kundera.
Soy anti-político, sí, no es mi oficio, (aunque olvidan los analistas que la lucha armada de liberación de un pueblo es la máxima expresión de esa lucha política) en esta circunstancia de mi país los soy, porque así como es utópico el más puro comunismo y dejando claro que los castrochavistas citando a la disidente cubana Yoanny Sanchez “Cuba se ha alejado del capitalismo no por su cercanía al socialismo y sí más por su cercanía al feudalismo” también es utópico un ideal estético, que antepone lo hermoso a lo correcto o mejor expresado por Milan Kundera: En el trasfondo de toda fe, religiosa o política, está el primer capítulo del Génesis, del que se desprende que el mundo fue creado correctamente, que el ser es bueno y que, por lo tanto, es correcto multiplicarse. A esta fe la denominamos acuerdo categórico con el ser. Si hasta hace poco la palabra mierda se reemplazaba en los libros por puntos suspensivos, no era por motivos morales. ¡No pretenderá usted afirmar que la mierda es inmoral!” (…) De eso se desprende que el ideal estético del acuerdo categórico con el ser es un mundo en el que la mierda es negada y todos se comportan como si no existiese.
Pues sí, existe a borbotones en nuestra Venezuela y pretenden que nos comportemos ordenadamente, como borregos castrados engordando para el matadero, esperando el tiempo perfecto de Dios, que no es más que su negación
Ángel Rivero G.
Abril 26, 2014

jueves, abril 24, 2014

TALÓN DE AQUILES.

Me duele un pie, el derecho, no es el talón de Aquiles, no es tendinitis, no necesito  esa sola maravillosa sesión  de tratamiento, que no quede duda que ese dolor no viene de encima, del lado izquierdo, que tampoco quede duda que supe de sentimientos homeopáticos y de otras alopatías  antes de Su consulta.

Tengo el procedimiento, funciona, me consta, saturar, saturar hasta conseguir el bloqueo, provocar ese sentimiento, separarlo en capas como una cebolla (sin llorar) aterrar a este cuerpo pendejo hasta no sentir más.

Ángel Rivero G.

Abril 25, 2014.

jueves, abril 17, 2014

DECEPCIONAR LAS REDES POR SATURACIÓN O BANALIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN


Considero que el dolor es una alarma, un sentimiento homeostático, que gestiona recursos igual o semejante al sentimiento somático del hambre, del frío, del calor, que te hace tomar acción para resolverlo, comer, beber, abrigarse y en el caso del sentimiento homeostático revisar aquel “periférico” que produce la alarma que podría ser una alarma mayor o menor dependiendo de la intensidad de ese dolor, intensidad que es directamente proporcional a la incertidumbre del evento que anuncia, ese sentimiento; Ese dolor  físico, ese sentimiento  del otro y sobre todo en situaciones de conflicto  no es susceptible de despertar la misma compasión que otros sentimientos, “La imaginación percibe una parte tan pequeña del dolor ajeno, que su simple vista no puede evocar un sentimiento reciproco… Y , entonces ¿Quién sabe si los dramaturgos modernos son más dignos de elogios que de vituperio,  por haber evitado del todo este escollo o al menos por haberlo franqueado en su pequeña embarcación?” Lessing. Pero si hablamos de modernidad esa “imaginación” en estos tiempos aún más modernos que los de Lessing tienen la ayuda de las redes sociales, de lo inmediato, la imagen y el video, el dolor del otro en tiempo real, logrando evocar, despertar reacción, sentimiento de solidaridad, sentimiento que nos seduce y nos expone a la saturación de información de eventos dolorosos, saturación que adicionalmente puede estar manipulada, orientada a su efecto más conocido: 1. la paralización, el deslizamiento hacia la “procrastinación” trastorno de conducta  que nos mantendrá ocupados y a salvo de ese mismo dolor que sufre el otro,  o 2. La banalización de esos eventos de sufrimiento del otro,  por no creíbles, por manipulación, como el caso reciente del secuestro de la periodista Nairobi Pinto,  que aglutino un sentimiento de solidaridad ante el dolor de sus familiares, preocupación por su suerte y resulto un evento muy artístico, parecido a más a una escapada juvenil a la playa de una adolescente con su novio que un verdadero secuestro, complementado con el posterior “secuestro” del también periodista Amorín, ambos personajes públicos, identificados con la oposición, dejando ver las grietas a propósito, para dejar decepción, convirtiendo ese dolor sufrido en injustificado, dolor que no tiene remedio y que nos incita a la quietud.
Para todo esto el mejor antídoto es la acción, conseguir la información de propia mano, no sólo de las redes, buscarla en la calle, en lugar de los eventos informativos que nos interesan.
Ángel A. Rivero


Abril 17, 2014.