domingo, mayo 08, 2011

Salí mordiendo mis no, contradiciendo días pasados y días presentes y por no tener “visa” mentalice que esta vez iría un poquito menos al norte para que no hubiese riesgos de quimeras, con la actitud de quien se cambia la camisa sucia aunque la sabe rota, sin promesas atadas y con lagrimas secas y sueños de barricada que me haga volver cómo elefante a sucumbir por instinto y preservar el gentilicio.
Me encontré con cosas extrañas: ventanas sin rejas, verjas bajitas que ahora recuerdo las había en mi casa, hay orden en el carril y avisos de límite de velocidad al borde de la calle y más extraño aun, que la gente los acata, entendí que además de las emociones los recuerdos de olores, colores y sabores se almacenan en el alma, que las cosas son iguales, pasa que sin refrigeración adecuada la leche se nos puso agria, entendí que en informalidad somos mejores que en lo demás hay que demostrarlo porque nadie lo sabe o quizás ni les importe, voy entendiendo las “Z”, las “S”, las “C” y que cantamos cuando hablamos, voy definiendo emigrantes de invasores y que los primeros se adaptan que los otros imponen esquemas y en una ecuación no tan extraña esto genera desplazados y aunque vaya con orgullo de contratado o expat el avión es una balsa.
(Picture: cronica.com.mx)

domingo, mayo 01, 2011

Fragmento: El Túnel
"Fue una espera interminable. No sé cuanto tiempo pasó en los relojes, de ese tiempo anónimo y universal de los relojes, que es ajeno a nuestros sentimientos, a nuestros destinos, a la formación o al derrumbe de un amor, a la espera de una muerte. Pero de mi propio tiempo fue una cantidad inmensa y complicada, lleno de cosas y vueltas atrás, un río oscuro y tumultuoso a veces, y a veces extrañamente calmo y casi mar inmóvil y perpetuo donde María y yo estábamos frente a frente contemplándonos estáticamente, y otras veces volvía a ser río y nos arrastraba como en un sueño a tiempos de infancia y yo la veía correr desenfrenadamente en su caballo, con los cabellos al viento y los ojos alucinados, y yo me veía en mi pueblo del sur, en mi pieza de enfermo, con la cara pegada al vidrio de la ventana, mirando la nieve con ojos también alucinados.

Ernesto, donde quiera que estes enciende una luz al final de nuestro túnel..!

miércoles, abril 27, 2011

Anoche te he tocado y te he sentido.
Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.

Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centelleante.

Corriste por mi casa de madera
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible, tan hermosa
que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.

Gonzalo Rojas

sábado, marzo 26, 2011

RECHAZO EL RACIONALISMO QUE ME NIEGA

Mil exámenes por un corazón que se acelera, ningún diagnostico y un yo sé que tengo entre ceja y ceja… extrañeza, otredad, una vida ilógica que se contradice y que no acepta que la propia individualidad es una realidad plural, no, no es suficiente el yo con yo, no es suficiente lo que dicta esa conciencia, no vale ese racionalismo a lo Descartes: “pienso y luego soy”, rechazo el racionalismo que me niega, me quedo con Kundera aunque hay quien piensa que es poco poeta, que no hay amor en él por su sinceridad, o por su rechazo a la indignidad, me quedo con su “siento, luego soy” porque si siento hambre es más que una alerta de necesidades energéticas, porque las ganas son sentir y su selectividad es la misma señal, a falta de horrores, tragedias o comida, el hambre se va haciendo selectiva de aquello que la calma, la apetencia queda aunque se atraganta, la soledad es acompañada, la sed no consigue agua que la calma y creamos sufrimiento y lo auto infligimos, porque “cuando sufrimos, el mundo desaparece y cada cual de nosotros se queda solo con sí mismo”, en un emocionante egocentrismo.
Ángel Rivero
Marzo 26, 2011